La resurrección de los Santos IV

**Ya desde los escalones próximos a la Casa de Cancer el olor a muerte es perceptible; en el interior la oscuridad presente al igual que en las demás casas, sin embargo esta vez la diosa Nix se muestra en su aspecto mas mortuorio y putrefacto, cubriendo cada esquina ayudada por una hedionda y espesa neblina que marea y obstaculiza la vista, llegando a confundir incluso la audición provocando un tétrico y lejano zumbido en los tímpanos, un zumbido que se agudiza a medida que se accede a la Casa, un zumbido agónico y sollozante… un lamento, un terrible lamento de almas en pena atrapadas en el limbo de los mundos, selladas en una prisión material hecha del mármol que conforma la construcción corintia del cuarto templo y que deformada mente hace emerger las espeluznantes caras llenas de sufrimiento y horror que se manifiesta sobrenaturalmente por todo el lugar, siendo estas las que emiten el desgarrador lamento que implora misericordia… Misericordia que sería otorgada por el Caballero que se ha sumido en ese infernal lugar. Shaka resalta notablemente entre aquel grotesco lugar que volvería loco al mas sereno y destruiría la paz interior del mas valiente, pero en Shaka, el Hombre Mas Cercano a Dios esto no sería así, él ya ha comprendido la muerte y parte de su misión en la vida es ayudar a comprender la muerte a otros, así ayudaría en esta ocasión a estas almas desdichadas.

En una pequeña pausa en su andar, la primera desde que empezó el recorrido, quedaría parado justo en el epicentro de la oscuridad incrementada por la neblina mortuoria y el lamento intangible de los desdichados atrapados en Cancer. Así en ese agónico remolino desesperación y muerte Shaka llevaría ambas manos a la altura del pecho, uniéndolas palma con palma extendidas formando uno de los santos gestos creados por Buda que simboliza la unión con lo divino, así la voluntad de su alma se manifiesta rodeándolo como dorada y brillante aura que se eleva de manera suave y constante provocando un leve y uniforme movimiento en los largos cabellos del joven y en su capa; así parado de manera perfectamente erguida va separando de a poco sus manos formando un espacio cada vez mayor entre ellas en donde una cantidad creciente de energía dorada se manifiesta hasta llegar a un punto de eclosión en donde en menos de un segundo esa energía se expande hasta llenar por completo la Casa de Cancer, como un purificador sonido que sobrepasa la intensidad del tortuoso lamento de las almas, de la misma manera que esa energía produce cegadora luz que escapa por todos y cada uno de los rincones y aberturas en la casa de Cancer, deshaciendo la oscuridad junto con la putrefacta niebla. Y es que así Esa energía se expande y se deshace en menos de un segundo provocando un efecto cegador unos instantes, que al disiparse muestran nuevamente el panorama de aquella casa, libre del olor a muerte, de la oscuridad y de aquel lamento, como una purga divina que ha eliminado de la construcción toda protuberancia sufriente que emulaba un rostro humano.

Shaka había hecho que la paz de su alma se transmita a la Casa de Cancer y a los que allí padecían tortura, haciendo que finalmente acepten su muerte y lleguen a descansar en paz cruzando hasta el otro lado del limbo. Es esto de lo que es capaz Shaka de Virgo con solo dejar ver una pequeña parte de su poder que parece tener naturaleza divina. Es así que luego de purificar el lugar Shaka continua su camino hacia Virgo, dejando atrás otra de las casas abandonada por su Guardía, el caballero de Cancer, el que mantenía a esas almas cautivas en su casa.**