31- LA LINEA ENTRE LA VIDA Y LA MUERTE
Los desconocidos son los Santos de Plata, Dante de Cerbero y Capella de Auriga. Hyōga y Shun los enfrentan pero con las cadenas de Cerbero son sujetados cada uno por un pie y son arrojados a los abismos. En el momento en que todo parece perdido, aparece Ikki el Santo del Fénix. Ikki traza en el suelo una línea y amenaza a los Santos de Plata que atravesar la línea, les costará la vida. Capella, hace caso omiso a la indicación y por ello sufre del ataque del Fénix. Dante se enfrenta al Fénix, pero no es rival. Capella despierta de la alucinación causada por el primer golde del Fénix, el Golpe Fantasma y es muerto por sus propios discos. Cuando Hyōga y Shun logran salir del abismo en que se encontraban, Ikki se retira del campo de combate. Finalmente Shun lograr derrotar a Dante, quien se había levantado nuevamente.
32- LA ISLA DE LA REINA MUERTE
Ikki retorna a la Isla de la Reina Muerte para enfrentar a Jango, líder de los Santos Negros que aún quedaban con vida. En primer lugar, Ikki se enfrenta al Fénix Negro, que lo ataca con su Puño Fantasma. Sin embargo, Ikki recuerda a Esmeralda y se recupera, logrando derrotar al Fénix Negro. En ese momento llegan los demás Santos de Bronce, quienes se enfrentan a otros Santos Negros. Ahora, es el turno de Jango, quien cae derrotado por Fénix. Desde el Santuario, el Patriarca, despierta a los espíritus de los que han muerto en la Isla de la Reina Muerte, ocasionando que ésta colapse. Gracias a Atenea, Seiya, Shun Hyōga e Ikki logran escapar de la moribunda isla.
33- EL LLANTO DEL DRAGON
Shiryū trata de descansar en los Cinco Picos, pero su espíritu no esta tranquilo ante la posibilidad de quedar ciego para siempre. Mientras tanto Seiya, se dirige a Jamir en busca de Mu, para intentar encontrar una cura para los ojos de Shiryū. En los cinco picos, Shiryū y Shunrei salen a pasear, pero Shunrei, mientras nada en un río, es arrastrada por la corriente. Shiryū, no puede hacer nada debido a su ceguera. Justo a tiempo, aparece Okho, antiguo compañero de entrenamiento de Shiryū, y rescata a Shunrei. Debido a una antigua rivalidad entre ambos, Okho ataca a Shiryū, pero Shunrei alerta a Okho sobre el impedimento de Shiryū. Debido a esto, Okho decide postergar la batalla. Sin embargo Shiryū se siente frustrado y llora amargamente bajo las aguas de una cascada.
34- ADIOS CAMARADA
El viejo maestro visita a Okho, ambos recuerdan la época en la que Shiryū y Okho entrenaban con el viejo maestro, sin embargo Okho fue expulsado por su carácter agresivo. Shiryū decide enfrentar finalmente a Okho, a pesar de su ceguera. Okho se cubre los ojos con su cinturón, para hacer justo el combate. Shiryū usa el Dragón Naciente, pero Okho sobrevive al ataque. Shiryū sabe que si usa otra vez el Dragón Naciente, podrá en peligro su vida, pero finalmente entiende el porque pelea y enfrenta una vez más a Okho con el Dragón Naciente, con el que vence a Okho. El moribundo camarada, felicita Shiryū, mientras que el viejo maestro lo acepta nuevamente como discípulo, pero es demasiado tarde para Okho. Ante su tumba, Shiryū promete regresar y pelear nuevamente al lado de Seiya y los demás. Mientras tanto el cuerpo de la Armadura dorada de Sagitario y el casco se reúnen nuevamente y se hunde en las profundidades de un río.
35- LA ESPERANZA DE SEIYA
El Patriarca y Saori Kido, están preocupados por la desaparición de la Armadura de Sagitario. Mientras tanto Seiya llega a Jamir, pero sólo encuentra a Kiki, quien le indica que en la cima de una montaña hay un manantial, donde fluye el Agua de la vida, con la que podrían devolverle la vista Shiryū. Seiya se dirige a la cima, a la cual llega luego de sufrir el ataque de la energía de la montaña. Allí, su bondad es puesta a prueba, y finalmente encuentra el manantial. Kiki, es atacado por Aracné, Santo de Plata, pero en ese momento llega Seiya y se enfrenta a él. Ayudado por Ushio, Santo de Acero, derrota a Aracné con su Meteoro de Pegaso.